Heráldica

Heráldica comparada

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Introducción

Trataremos aquí, aunque de forma muy somera, de hacer una referencia comparativa de la heráldica española respecto de la de otros países. No se busca tanto hacer un detallado estudio de las diferencias entre ellas, como de dar a conocer al usuario una serie de características que le permitan saber diferenciar unas de otras. No obstante, el tema no está exento de excepciones, ya que es factible encontrarse un escudo de armas español con características francesas o inglesas; pero ello es debido bien a la influencia que en un momento dado hubo de unas heráldicas a otras, bien porque el titular de ese escudo es de origen no español y trae su escudo de armas precisamente de su país de procedencia.

Heráldica española

El escudo español (1) es rectangular, cuadrilongo y redondeado por su parte inferior y en proporción de cinco por seis, de ancho y largo respectivamente. También se usa, aunque en cantidad muy inferior el llamado de piel de toro (2) muy empleado en los principios del siglo XIX y muy usado singularmente por la dinastía carlista. Su forma se caracteriza por su semejanza a una piel de vacuno curtida. Es, quizá, el escudo más característico español, existen diferentes variantes en cuanto a que su curva sea más o menos pronunciada y la piel de las patas y rabo sean más o menos recortadas. Por otro lado, dada la influencia de la heráldica francesa en todas las demás, como ya hemos dicho, también se utiliza en España el escudo francés (3), puesto que su forma casi cuadrada, facilita la composición de escudos con varios cuarteles y particiones. A raíz de estos tres primeros escudos se formaron otros (4 y 5) que combinan algunas de sus peculiaridades. 

Heráldica inglesa

El escudo inglés tiene la particularidad de ser un triángulo curvilíneo (1), siendo también común el cuadrilongo redondeado con punta en la parte inferior y ensanchando de manera característica y propia en la superior (2). Este escudo, muy particular de Inglaterra se extiende mucho por todo el mundo, debido a los orígenes y a la cultura anglosajona en varias de las nuevas naciones formadas últimamente hoy, como consecuencia de la descolonización del Imperio británico. Además en la heráldica inglesa se utilizan más esmaltes que en la española, aunque en realidad son derivados de la mezcla de los tintes básicos que ya hemos visto. En concreto estos colores que presenta a más la heráldica inglesa son:
Marronado (Brown).
Sanguino (Blood-red).
Terroso (Earth colour).
Acerado (Iron-grey).
Aguado (Water-colour).
Carnación (Flesh-colour).
Ceniciento (Ashen-grey)
Anaranjado (Orange).

Además de los veros en punta y en onda (vair en point and vair nebuly), encontramos el vero en cuadro. E incluso en este país el color de este forro puede variar, no siendo siempre plata y azur como ocurre en la heráldica hispana. En los adornos exteriores son más «ostentosos», pudiéndose encontrar blasonados que constituyen auténticas obras de arte. La forma del casco es distinta a la celada española. Estos yelmos suelen ir casi siempre ornados con cimera (crest), las cuales se colocan sobre el blasón, pero sin apoyarse en él; mientras que en la heráldica española es muy raro encontrar un casco con cimera, y ni siquiera con burelete, siendo más común encontrarla ornada con el penacho. El lambrequín se forma mayormente con cintas en lugar de con enramados vegetales.

Heráldica francesa

El escudo francés se representa por un cuadrilongo recortado por bajo y terminado en su centro inferior en punta (1). También es muy usado en Francia el rematado por lo bajo por un triángulo curvilíneo (4), así como el de forma cuadrada (3), aunque en menor proporción. El cuadrilongo, redondeado y concluido en punta (2), es el escudo más extendido en toda la heráldica y universalmente se tiene admitido como el escudo propiamente heráldico, siendo el mayor número de armerías extranjeras aquellas que lo emplean como propio.

En España su influencia ha sido notable por la afición de afrancesar a nuestra heráldica y los certificados de los reyes de armas durante el siglo pasado y buena parte de éste, han contribuido notablemente en esta desviación de nuestra característica y propia boca del escudo. Sus esmaltes coinciden con las otras heráldicas del sur de Europa. Lo más característico de la heráldica francesa es, sin duda alguna, lo recargado de la composición artística de sus escudos. La heráldica francesa es la misma esencia de la heráldica, y por ello, salvo las particulares características nacionales de otras armerías, es la que ha dado la pauta para las reglas generales de toda la Ciencia del blasón.

Heráldica alemana

El escudo alemán se caracteriza particularmente por ser cuadrilongo (3) con una escotadura en su tercio superior, prevista para soportar la lanza, aunque también se emplea mucho la forma de triángulo (1) y de triángulo curvilíneo más o menos acentuada su curva y la iniciación de la misma a menor o mayor distancia de la parte superior del blasón (2). Principal y señalada característica de la heráldica alemana es la posición del escudo de armas, cuya colocación se figura de manera inclinada y apoyando el blasón en el extremo de su flanco diestro. En la heráldica alemana se utiliza profusamente la cimera, que salen del casco o corona y todas las familias que tienen un título, timbran sus armas con la corona del mismo, aunque no sean el titular. Las que tienen varias cimeras, timbran su escudo con todas ellas. Al contrario que la heráldica anglosajona, los germanos no usan tantos esmaltes, (utilizan profusamente el hierro y el color natural), hasta el punto que el púrpura queda fuera de los denominados esmaltes básicos.

Se caracteriza también por ser predominantemente robusta y poco dada a excesivos adornos. Sus muebles suelen ser exagerados en cuanto a la definición de los rasgos del objeto u animal que quiere representarse. Para la heráldica germana, al contrario que para la española, va contra las reglas heráldicas la inclusión de leyendas (mottos) dentro del campo o piezas del escudo. Todo lema o leyenda ha de ir necesariamente fuera de él. Esto es también aplicable a la heráldica inglesa.

Es muy común también encontrarse las crestas sobre los cascos y los tenantes con figuras de leones u otras bestias acostados al escudo. Dan mucha importancia a los lambrequines y en general se les pinta rodeando completamente el escudo. Una particularidad muy propia es el adamascado o diapresado que se usa para el campo del escudo y que algunas veces hace extensivo a las representaciones.

Heráldica italiana

El escudo italiano contiene toda la exuberancia de los diferentes órdenes artísticos. Por otra parte, no guarda una disciplina absoluta en sus líneas y obedece a la imaginación del artista que los crea. Los más representativos de la heráldica italiana son los ovalados (1) y los de forma de cabeza de caballo (2), los cuales suelen colocar sobre una cartela. Tiene una característica muy propia y personal que es la escotadura (3), muy poco empleada en otras armerías. Algunos extraños en sus formas heráldicas, guardan una armonía de proporciones y de rasgos de maravillosa belleza lo que disculpa ampliamente las licencias del artista. Usa mucho de las piezas seantes, las que utiliza incluso a modo de forros. Sus esmaltes coinciden básicamente con los usados en la heráldica española, si bien utilizan mucho el acero como metal. Utilizan poco las cimeras, mientras que emplean mucho el manto y mantienen la costumbre de timbrar con casco, y este a su vez con la corona para quienes poseen títulos. 

Heráldica portuguesa

En Portugal, la heráldica es muy similar a la nuestra, con sus dos características principales de cuartelar los escudos de armas y de introducir los lemas o divisas en las borduras de los mismos. También hacen uso de cimeras.

Heráldica rusa y polaca

Rusia y Polonia tienen gran cantidad de figuras que no se emplean en las demás heráldicas. La polaca se caracteriza por el general empleo del gules y la plata en sus armerías. Predominan las figuras de animales y de guerra. La forma característica del escudo polaco es algo semejante al llamado de piel de toro.

Heráldica sueca

En la heráldica sueca dominan los instrumentos de caza, pesca, animales salvajes y peces.

Heráldica japonesa

La heráldica en el Japón es únicamente común en cuanto a figuras. Las piezas, aun usándose en parte muy limitada, tienen características muy particulares.
Emplean varios colores que en nuestras armerías no se usan, y en la composición de los escudos predominan los elementos mitológicos.

Heráldica en los países bajos

La heráldica de los Países Bajos abunda en el uso de los lambrequines, que extiende alrededor del escudo, mientras que el empleo de tenantes, soportes y sostenes es muy limitado. La heráldica belga está muy influenciada por la alemana. El escudo, como el español, es redondo en su parte inferior.

Heráldica danesa

En Dinamarca se sigue la heráldica francesa, pero en muchos escudos se aprecia la influencia alemana diapresando los esmaltes.

Heráldica Suiza

Son características de la armería suiza las armas parlantes y las derivadas de los oficios. La cruz está muy divulgada en los cantones católicos. El blasón suizo suele terminar en punta de corazón. 

Heráldica americana

En América, la del norte sigue las costumbres francesas en el Canadá y las inglesas e irlandesas en los Estados Unidos. En cuanto a América del sur mantienen las características de la heráldica española. De todas formas se aprecia la influencia en la heráldica de los importantes núcleos alemanes e italianos en todas las costumbres y particularidades de las armerías yanquis e hispanoamericanas. 

Heráldica en el resto del mundo

En el resto del mundo la heráldica sigue las reglas y costumbres de quienes colonizaron sus tierras, incluyendo en muchos casos, pero sin regla general, atributos o elementos particulares y propiamente indígenas en la composición de las armerías.

Bibliografía empleada

«FUNDAMENTOS DE HERÁLDICA: (CIENCIA DEL BLASÓN)«; por Vicente de Cadenas y Vicent, Madrid, Instituto Salazar y Castro , 1994.
«APUNTES DE NOBILIARIA Y NOCIONES DE GENEALOGÍA Y HERÁLDICA«; primer curso de la Escuela de Genealogía, Heráldica y Nobiliaria, lecciones pronunciadas por Francisco de Cadenas y Allende, 2ª ed., Madrid, Hidalguía, 1984.
«TRATADO DE GENEALOGÍA, HERÁLDICA Y DERECHO NOBILIARIO«; Madrid, Instituto Salazar y Castro, 2001.
«GRAN ENCICLOPEDIA LAROUSSE: GEL«; Barcelona, Planeta, 1987, 17 vols.
«HERÁLDICA ESPAÑOLA«; de Luis-F. Messía de la Cerda y Pita. Aldaba Ediciones. 1990.
«FAMILIENFORSCHUNG UND WAPPENKUNDE«; por Peter Bahn, Bassermann, 1998.
«ARMORIAL GÉNÉRAL«; por Johan Baptiste Rietstap, 1.887, 2 vols.
«MANUAL DE HERÁLDICA ESPAÑOLA«; de Eduardo Pardo de Guevara. Aldaba Ediciones. 1987.
«QUÉ ES LA HERÁLDICA«; por Jorge Luis de Zarazaga-Berenguer, Buenos Aires, Columba, 1969.
«ARTE DEL BLASÓN: MANUAL DE HERÁLDICA«; por Vicente Castañeda y Alcover, Madrid, Hidalguia, 1954. .

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